Los tres autorretratos los hicimos en una hoja cada uno y yo los numeré para saber cual era el que hice primero pensando (en un principio) que no sería tan difícil hacerlo con la mano izquierda o con los ojos cerrados.
En el primer autorretrato mi cara está muy simétrica y correcta aunque no me parecía en nada, pero al hacerlo con la mano con la que estoy acostumbrada a escribir no tuve muchos problemas con las lineas y la proporción.
Cuando me tocó hacerlo con la mano izquierda fue mucho mas difícil porque no controlaba los movimientos de la mano y me costaba mucho que las lineas de la cara quedaran como yo quería.
El último retrato consistía en elegir la mano que nosotros quisieramos para hacer el dibujo y hacerlo con los ojos cerrados. Éste si que fue dificilísimo porque no tenía ni idea de cómo me estaría saliendo la cara y no pude dibujar los ojos ni la boca dentro de la cara. Fue divertidísimo ver el resultado de mi dibujo y nos estuvimos riendo mucho mis amigas y yo.
¡¡Sin duda ésta es una actividad que realizaría cuando sea profesora de niños de primaria!!
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