El primer día de clase hicimos tres autorretratos, uno con la mano derecha, otro con la mano izquierda y otro sin mirar.
El fin de la actividad era romper el hielo en ese primer día ya que ésta es una actividad muy divertida porque al abrir los ojos y ver cómo nos hemos dibujado a nosotros mismos nos entra la risa inevitablemente.
Tuvimos que poner en los tres dibujos "yo dibujo muy bien" y así entender que un dibujo bonito no es el que mejor hecho esté, sino que todo el mundo tiene gustos diferentes y tenemos que admirar nuestro trabajo para que después lo admiren los demás.
El arte está en el interior de cada uno, todos tenemos gustos distintos y por lo tanto a todo el mundo no le gustará lo mismo, pero si nosotros hacemos con gusto nuestros dibujos al igual que todo en la vida, estaremos orgullosos del resultado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario